Los dirigentes nacionales reafirman el compromiso de los adventistas a la libertad religiosa. p class=»c-post-header__subtitle»>Country leaders reassure Adventists of their commitment to religious freedom. 17 de julio de 2024 | Unión Misión de Oriente Medio y Norte de África; y Adventist Review La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Irak conmemoró su 100° aniversario con una ceremonia especial de su centenario en Erbil, región Kurdistán, el domingo 12 de mayo. Al evento acudieron representantes de gobierno, directivos de la iglesia y miembros de varias denominaciones. Aunque las celebraciones principales se llevaron a cabo en Erbil, las reuniones importantes con el gobierno de realizaron en Bagdad. Entre los invitados distinguidos que hicieron acto de presencia, figuran, Pshtiwan Sadq, Ministro de Asuntos Religiosos y Dotaciones del Gobierno Regional de Kurdistán; Attila Toth, representante del consejo húngaro en Kurdistán; Razmek Moradian, ex director de Ishtar TV; y Akad Yousif, miembro del Club de la Sociedad Académica en Erbil. Estuvieron presentes también Magdiel Pérez Schulz, asistente del presidente de la Asociación General (AG); Elbert Kuhn, un secretario asistente de la AG; Germán Lust, un tesorero asociado de la AG; Rick McEdward, presidente de la Unión Misión del Oriente Medio y Norte de África (MENAUM); Darron Boyd, presidente de la Región Mediterránea Oriental y George Yousif, presidente de la asociación legal de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Irak. El presidente de la Asociación General, Ted N. C. Wilson (tercero desde la izquierda) y el presidente de la División Intereuropea, Mario Brito (tercero desde la derecha) posan con otros líderes durante el programa de celebración del 100° aniversario en Tramelan, Suiza, el 5 de julio. [Imagen: Raphael Nagler, División Intereuropea] La celebración dio comienzo con una ferviente oración de dedicación elevada por el presidente Boyd, quien expresó su gratitud a Dios por su guía y orientación durante la pasada centuria, al conducir a su iglesia hasta llegar a ser lo que es hoy. En un mensaje especial, el presidente de la AG, Ted N. C. Wilson, hizo extensivos su aprecio y felicitaciones. “Es para mí un gran placer traer mis saludos y felicitaciones especiales a todos los asistentes a la celebración del Centenario de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Erbil. Deseo agradecer especialmente a los funcionarios de gobierno regional de Kurdistán y al gobierno de Irak por su compromiso hacia la libertad de religión y adoración”. “El mensaje de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es uno de amor y respeto por todas las personas, al procurar traer esperanza a un mundo que enfrenta enormes desafíos. Que cada uno de ustedes confíe en el Omnipotente Dios, continuó expresando el presidente. (De izquierda a derecha): Darron Boyd, Razmek Moradian y George Yousif. [Imagen: MENAUM] George Yousif, un dirigente de larga trayectoria en la iglesia de Irak, relató algunas de las luchas que la iglesia tuvo que enfrentar en el pasado. “La Iglesia Adventista del Séptimo Día, al igual que muchas otras iglesias en Irak, enfrentó persecución, desplazamiento y bombardeos. Sin embargo, damos gracias a Dios porque, a pesar de todo esto, los daños sufridos en nuestros edificios se limitaron solamente a pérdidas materiales y no resultó herida ninguna persona. La iglesia juega un papel importante en la sociedad. Esparce el lenguaje del amor, la paz y la coexistencia”. En la conclusión de la celebración del Centenario, los representantes de la iglesia, Magdiel Pérez Schulz, Elbert Kuhn y Germán Lust, expresaron su visión en cuanto a la obra en Irak, ofreciendo mensajes de ánimo a los miembros de iglesia. El tesorero Lust habló sobre el significado histórico de la iglesia. “Los 100 años de la Iglesia [Adventista] en Irak son significativos, por razón de la historia de este país. Al mirar hacia atrás, podemos observar el crecimiento de los miembros, quienes, a través de su experiencia y resiliencia, han permanecido firmes en la fe”. A su vez, Elbert Kuhn extendió una invitación a aquellos que deseaban tomar parte en la tarea. “Al estar aquí he visto muchas oportunidades de hacer avanzar la obra de Dios en esta región. Es por eso por lo que invito a aquellos que todavía no se han decidido a colaborar con Dios en esta región. El Oriente Medio te necesita; pero más importante todavía, tú necesitas esta obra”. Como parte de las celebraciones del centenario de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Irak, los dirigentes de la iglesia se reunieron con Pshtiwan Sadq, ministro de Dotaciones y Asuntos Religiosos del Gobierno Regional de Kurdistán. [Imagen: MENAUM] El asistente Magdiel Pérez Schulz hizo énfasis en los sacrificios de los primeros seguidores. “Con la ayuda de Dios, hicieron lo imposible para dar a conocer el mensaje de esperanza, de manera que en el futuro pudiera haber un lugar para adorar abiertamente al Señor. Debemos recordar que Dios ha estado con nosotros en el pasado y no tenemos nada que temer al dar a conocer el evangelio y trabajar para el Señor”. La visita de los directivos de la iglesia incluyó también una serie de reuniones productivas con los representantes del gobierno en Bagdad. El 13 de mayo, la administración de la iglesia se reunió con Raad Jabbar Al-Khamisi, subsecretario administrativo y financiero y con Khalil Shamo Khedida, director general de Dotaciones Estatales, Rami Aghajan, jefe de la Oficina de Dotaciones para las religiones cristiana, yazidi y sabeísmo mandeísmo, se refirió a la Iglesia Adventista que ha estado cerrada por años. “Apoyamos firmemente el mantener las puertas abiertas de las iglesias y la reapertura de aquellas que están cerradas”.1 Algunos de los asistentes a la celebración del Centenario, el 11 de mayo de 2024. Imagen: MENAUM] Al siguiente día, las reuniones se celebraron con el primer ministro de Irak, Mohammed Shia’ Al Sudani, quien afirmó que “el gobierno percibe la diversidad como fortaleza dentro de la sociedad iraquí, la cual enriquece la unidad y la paz social y está dedicada a preservarlas”. 2 La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Irak traza sus orígenes hasta Bashir Hasso, un joven farmacólogo