Evento busca delinear un nuevo camino para los años que vienen. 4 de diciembre de 2024 | Columbia, Maryland, Estados Unidos | Christelle Agboka, División Norteamericana, y Adventist Review Han pasado diez años desde que los presidentes de las asociaciones y uniones adventistas, junto con los secretarios y tesoreros, se reunieron en un salón para apuntar ideas sobre cómo mejor llevar a cabo la misión de la Iglesia Adventista en Norteamérica. En 2014, las históricas “reuniones de Dulles”, llevadas a cabo cerca del Aeropuerto Internacional de Dulles en las cercanías de Washington D.C., Estados Unidos, analizaron de cerca las finanzas de la iglesia, el gobierno, la estructura y la educación. El tan esperado seguimiento, la conferencia de administradores 2024, recibió a más de doscientos directivos de las asociaciones y uniones de la División Norteamericana en su sede regional en Columbia, Maryland, del 30-31 de octubre, justo antes de las juntas de fin de año de la División Norteamericana. Aunque esas reuniones permiten que los líderes compartan sus perspectivas por medio de discusiones en grupos y preguntas y respuestas al final de los informes, la conferencia ofreció un nivel más profundo de participación. Lo que es más, mientras que los líderes suelen separarse para reunirse en consejos consultivos, la conferencia incluyó a todas las voces: de manera destacada, líderes de diferentes territorios se sentaron juntos, permitiendo lo que G. Alexander Bryant, presidente de la División Norteamericana, denominó “polinización cruzada” de ideas. Delegados de la primera conferencia de administradores de la División Norteamericana en diez años, que se llevó a cabo en la sede regional de la iglesia del 30 al 31 de octubre. [Fotografía: Pieter Damsteegt] En una sesión del pasado 30 de octubre, Bryant preguntó: “¿Qué podemos hacer juntos con mayor efectividad y eficiencia?” Añadió: “Cada decisión administrativa es una decisión sobre la misión”. La asociación se ocupó de temas fundamentales, lo que incluyó la organización y los reglamentos tempranos de la iglesia, los desafíos con la remuneración, la tecnología de la información, los faltantes de personales, y cambios posibles a la financiación del plan de jubilación, la atención de salud y la gestión de los riesgos. A cada segmento le siguió una mesa redonda y discusiones de todo el grupo, siendo la pregunta central: “¿Qué impide a las personas que se acepte un cambio en la organización?” Las respuestas destacaron que la resistencia al cambio suele ser producto de la tradición, las limitaciones de tiempo, el temor y la reticencia a dejar lo que nos resulta cómodo. En una sesión temprana titulada “Juntos en misión”, Lowell Cooper, un vicepresidente de la Asociación General ya jubilado, compartió ejemplos históricos para ilustrar que si bien los reglamentos brindan “estabilidad, continuidad y simetría relacional en las diversas entidades”, estos pueden y deberían evolucionar a medida que cambian las circunstancias. Los devocionales de la mañana marcaron el tono espiritual del evento. El miércoles, Kenneth Denslow, presidente de la Unión Asociación del Lago, extrajo de Hechos 4 para ilustrar que cuando Jesús toca la vida de una persona, esa persona no puede dejar de compartir las buenas nuevas. El Jueves, Elton De Moraes, presidente de la Asociación de Texas, instó a los líderes a que “asuman riesgos” para Dios, siguiendo el ejemplo de la iglesia temprana (en particular en el Día de Pentecostés) de confiar en el Espíritu Santo para recibir poder y unidad en la misión. “Si estamos unidos en oración y trabajamos juntos, el Señor hará lo que nos falta”, concluyó Moraes. Los devocionales de la mañana marcaron el fundamento espiritual de la conferencia de los administradores. [Fotografía: Pieter Damsteegt] Maneras creativas de afrontar el faltante de pastores y docentes Una sesión titulada “Faltante de personal en la iglesia: estrategias y promoción”, dirigida por Ivan Williams Sr., vicepresidente de estrategia y liderazgo de la División Norteamericana, fue motivo de mucho debate. Williams reveló que el 94 por ciento de los líderes de las asociaciones y uniones encuestados reportaron una faltante de pastores, docentes y otros obreros de iglesia. Contó que la disminución de pastores se ve impulsada por los que se jubilan (en el presente, 880 pastores califican para jubilarse), las transiciones a las funciones administrativas, y cuestiones tales como el conflicto con los miembros, la falta de apoyo, las diferencias teológicas y la remuneración. Los participantes compartieron cuáles son las mejores prácticas en su territorio, lo que incluye ofrecer becas a los que estudian teología y educación, con un informe que reportó que una unión triplicó el número de estudiantes ingresantes de teología y aumentó los estudiantes de educación en casi un cincuenta por ciento por medio de becas, y añadió cuatro docentes nuevos a su personal. Otra recomendación fue la complementar los salaries de los educadores durante los primeros tres años, lo que ayudó a que una unión pudiera contratar 22 nuevos docentes, y aceptar a docentes con títulos intermedios y la carrera docente como segunda opción, como así también a pastores que escogen el ministerio como segunda carrera. Otras sugerencias incluyeron ofrecer la cancelación de préstamos estudiantiles y bonos al ser contratados, subir los salarios mediante un reglamento para toda la División Norteamericana, apoyar a las mujeres para que sigan su llamado ministerial, y brindar mentoría a los que quieren llegar a ser obreros de la iglesia. El grupo también analizó la importancia de animar a la generación más joven, lo que incluye a los niños, a que elijan el ministerio. La conferencia de administradores de 2024 trató varios temas fundamentales, tales como la jubilación, la remuneración, y los faltantes de empleados. [Fotografía: Pieter Damsteegt] Un administrador contó que su hija que por entonces tenía 9 años, después de expresar interés en los ministerios de niños, fue designada líder asistente de ministerios del niño bajo la mentoría de su pastor. En los siguientes cuatro años, ha asistido a reuniones del ministerio, ayudado a planificar iniciativas, y presentado informes. Hace poco, le preguntó a su madre qué hay que hacer para ser pastor. Este líder expresó: “Si ella pudo