Kenneth Weiss, vicepresidente ejecutivo de Maranatha Volunteers International, cuenta a los voluntarios de la Secretaría de la Asociación General la historia de cómo surgió el templo de la iglesia adventista de Cárdenas, durante una visita a las instalaciones el pasado 1 de agosto. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review] Líderes locales y regionales inspiran a la delegación de visitas durante una breve parada en Cárdenas. 26 de agosto de 2026 | La Habana, Cuba | Marcos Paseggi, Adventist Review A los voluntarios de la Secretaría de la Asociación General que hace poco visitaron la iglesia adventista de Cárdenas en Cárdenas, Matanzas, Cuba, se les recordó el poder de la oración. La historia ha sido contada en muchas ocasiones ya por una década, pero aún emociona e inspira a los que la escuchan por primera vez, dijeron los líderes de la iglesia en Cuba. Una parada inesperada Era un sábado de tarde de relax para los líderes de Maranatha Volunteers International cerca de Cárdenas hace ya una década, hasta que se enteraron de que decenas de miembros de iglesia estaban esperando allí cerca una visita y anuncio especial. Parece ser que los miembros de la iglesia local habían entendido que Maranatha, un ministerio independiente de apoyo de la Iglesia Adventista que apoya la construcción de iglesias, escuelas y pozos de agua en diversas partes del mundo, estaba listo para construir un nuevo templo allí. Los miembros de iglesia habían ayunado y orado por ello, y ahora estaban listos para ser testigos de la respuesta a sus oraciones. La fachada de la iglesia adventista de Cárdenas en el día de su inauguración en abril de 2017. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review] “No habíamos planificado detenernos a saludar a la congregación ese día”, dijo Kenneth Weiss, vicepresidente ejecutivo de Maranatha al equipo de Secretaría de la Asociación General el 1 de agosto. “Pero cuando nos llevaron rápidamente hasta el frente para saludar a la congregación expectante, sentí que lo mejor era ser honesto con ellos”. Hora de dar malas noticias Weiss contó cómo ese sábado por la tarde, pasó al frente de la congregación de Cárdenas y les informó a los miembros con mucho énfasis que la información que habían recibido era inexacta. “No tenemos los fondos, por lo que no está en nuestros planes construir una iglesia aquí en Cárdenas”, les dijo. “Eso no va a pasar”. ¿Frío o caliente? Decide tú. Ese fue el lema de la asociación regional de jóvenes en Cárdenas, Cuba, del 2-4 de agosto. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review] Un momento después, un miembro de iglesia tras otro comenzó a llorar. “Toda la iglesia comenzó a sollozar. ¡Jamás había visto algo semejante!” recordó Weiss. “La gente, jóvenes y viejos, lloraban en voz audible, con el dolor de saber que sus sueños se habían hecho añicos”. Sin saber qué hacer o cómo reaccionar, Weiss terminó invitando a los presentes para que oraran, pidiendo la intervención divina. La oración de una jovencita Una jovencita, apenas adolescente, se ofreció pasar al frente para orar. Allí, levantó los brazos hacia el cielo, y oró con una voz que todos pudieran oír. “Dios, te agradecemos por el nuevo templo que tú has provisto para nosotros”, dijo. Y entonces regresó a su asiento. Un coro de miembros del equipo de Secretaría de la Asociación General practica una parte musical en la iglesia de Cárdenas el pasado 1 de agosto. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review] Esa ocasión trascendental disparó una serie de acontecimientos providenciales, dijo Weiss, que mostraron de qué manera Dios está dispuesto a actuar cuando sus hijos deciden colocar en él su confianza. “Maranatha comenzó la construcción de la iglesia de Cárdenas en 2016, después de esperar más de veinte años para que el gobierno de Cuba otorgara los permisos de construcción”, dijo Weiss. Los donantes, que escucharon la historia de la iglesia de Cárdenas, se hicieron presentes, y el edificio fue completado y dedicado en abril de 2017. Las instalaciones cubren 1,114 metros cuadrados, y tiene una capacidad de quinientas personas sentadas en el templo principal, con lugar adicional en el segundo piso. Otros salones son para las clases de Escuela Sabática, un salón comunitario, baños y hasta duchas. Miembros de la iglesia y local oran con Kenneth Weiss, vicepresidente ejecutivo de Maranatha Volunteers International, en la iglesia adventista de Cárdenas en Cuba, el 1 de agosto de 2024. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Church] El edificio fue diseñado para acomodar los cultos de la congregación local, mientras que también sirve como lugar de reuniones y retiros de la iglesia. Suele ser usado por la asociación local y también por la Unión Asociación Cubana de la Iglesia Adventista. Una visita trascendental La visita del equipo de Secretaría de la Asociación General a la iglesia de Cárdenas el pasado 1 de agosto se produjo en medio de una iniciativa de servicio comunitario y misionero a las congregaciones adventistas de La Habana. Durante fines de julio y comienzos de agosto, un equipo de dos decenas de voluntarios que prestan servicios en la sede central de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, rasquetearon y pintaron templos, realizaron reparaciones menores, predicaron el evangelio y compartieron sus testimonios en varias congregaciones de la ciudad capital de Cuba. Los cocineros de la iglesia carecen de hornos eléctricos o de gas natural, por lo que aún cocinan sobre las brasas, aun para un evento con trescientos asistentes. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review] La visita a la iglesia de Cárdenas, ubicada en la provincia de Matanzas a un par de horas al este de La Habana, puso de relieve los esfuerzos de Maranatha en toda la isla de apoyar a la Iglesia Adventista en Cuba, dijeron los líderes regionales de la iglesia. Durante la visita, los invitados especiales recorrieron las instalaciones, fueron recibidos con un sabroso almuerzo, y escucharon historias de cómo Dios ha estado activo en esa región de la isla. Un lugar de luz Cuando el equipo de Secretaría de la Asociación General visitó Cárdenas,