El presidente de Adventist Risk Management comparte sugerencias, lanza advertencias en sesión de la Conferencia del SeLD.
26 de julio de 2024 | Miami, Florida, Estados Unidos | Marcos Paseggi, para Noticias de la División Interamericana
La pérdida es parte de nuestro mundo, dijo James Winegardner, presidente de Adventist Risk Management (ARM) para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. “Es inherente”. En ese context, la pérdida causa riesgos, dijo. La presentación de Winegardner tuvo lugar en el tercer y último día de la Conferencia del Segmento de Desarrollo de Liderazgo de la División Interamericana en Miami, Florida, Estados Unidos, el 24 de julio de 2024.
En su sesión plenaria, Winegardner buscó explicar qué riesgos están incluidos y cómo gestionar y minimizarlos en el contexto de las actividades, los programas y el funcionamiento normal de la Iglesia Adventista.
Gestión de los riesgos
Winegardner explicó que los obreros de la iglesia son responsables de sus riesgos personales, pero por sobre todo, son responsables de los riesgos corporativos de la organización a la que pertenecen. En ese contexto, es clave que haya rendición de cuentas, dijo. Por ello, cuando hablamos de riesgos, la pregunta es si nos estamos preocupando por las cosas correctas. ¿Por qué cosas deberíamos preocuparnos?, preguntó Winegardner.
Explicó que cuando tenemos riesgos en la vida, tenemos varias opciones. Podemos evitar los riesgos. “En nuestra organización, podemos evitar riesgos al no ser dueños de ninguna propiedad. No obstante, ¿creen que es posible hacer funcionar una organización sin ser dueños de ninguna propiedad?”, preguntó. “Tratamos de evitar riesgos, pero hay algunos riesgos que tenemos que tomar”.
Otra opción es mitigar los riesgos, “hacer las cosas bien”. En ese sentido, Adventist Risk Management tiene a disposición muchos recursos para ayudar a que las organizaciones de la iglesia mitiguen el riesgo, para que minimicen el riesgo que enfrenta su organización, informó. “Ser lo más seguros posibles es más fácil de lo que piensan, porque todo tiene que ver con ser consciente de ello”, dijo Winegardner. “Y ustedes cómo líderes pueden contagiar a sus miembros y a otros líderes de esa conciencia”.
Crear conciencia, transferir los riesgos
Hay varias maneras de crear conciencia, dijo Winegardner. Una de ellas es hacer uso de los recursos que ofrece ARM. Los directivos de ARM también pueden asistir a los encuentros de obreros de la iglesia para explicar y enseñar cómo mitigar los riesgos, dijo, para compartir “ideas sobre seguridad y protección”.
Otra manera de minimizer los riesgos corporativos es transferir los riesgos por medio de los seguros, explicó Winegardner. “Los seguros son una manera de alejar el riesgo de uno y colocarlo en otro”, expresó. “Por ello, ni no pueden hacer frente a una pérdida, tienen que pagar la prima del seguro”.
En el contexto de la operación de la Iglesia Adventista, existen riesgos específicos. “Las cosas que tenemos son un riesgo”, dijo Winegardner. “Las llamamos seguro a la propiedad. Tenemos iglesias, automóviles, autobuses, escuelas… Hay muchas cosas de las ustedes son responsables”.
Para mitigar esos riesgos, necesitamos tener la conciencia de quién es el dueño, expresó. “Ustedes pueden pensar que son los dueños, pero Dios es el dueño. Nuestras propiedades, incluidas sus oficinas, son casa de Dios”. Y añadió: “Tengo un dicho, que es: ‘Si vale la pena conservarlo, vale la pena cuidarlo. Si no vale la pena cuidarlo, no vale la pena conservarlo”.
“¿Qué pérdida pueden tolerar?” Es una pregunta que deberían hacerse, les dijo Winegardner a los líderes adventistas, porque si no pueden tolerar perder algo, deberían cuidarlo y asegurarlo. Lo mismo se aplica a los edificios y otras propiedades de la iglesia. “Si no pueden reconstruirlo con fondos de su presupuesto, tiene que estar asegurado”, expresó.
Responsabilidad civil cibernética
La responsabilidad civil cibernética es algo que acaso los líderes crean que no es tan importante, reconoció Winegardner. Para probar lo contrario, sugirió una situación hipotética. “¿Qué pasaría si ustedes declaran el mes de agosto como un mes libre de computadoras?”, preguntó. “¿Podrían hacer lo que tienen que hacer? ¿Podrían sus obreros hacer algo? Sin correo electrónico, sin contaduría… ¡No se puede hacer algo así!” Añadió: “Si no pueden darse ese lujo, tampoco pueden darse el lujo de no tener un seguro sobre responsabilidad civil cibernética”.
Un gran beneficio más allá del seguro por responsabilidad civil cibernética es la solicitud misma. “Cuando llenen esa solicitud, se enterarán de medidas de seguridad que han olvidado”, dijo, “porque la solicitud les hace todas esas preguntas que son las mejores prácticas de seguridad”. A manera de ejemplo, mencionó la autenticación en dos pasos, que es una obligación.
Un segundo beneficio del seguro por responsabilidad civil cibernética no es el dinero que les pagan si sufren una pérdida; es la reparación que brindan mientras ustedes se recuperan, dijo Winegardner. “Es realmente importante tener esa reparación, porque se requiere de profesionales que no sean parte de sus equipos reconstruir el servicio después de un ataque por denegación de servicio”.
La responsabilidad civil cibernética es sumamente costosa. Por ello, otra cosa que tienen que hacer es capacitar a la gente, “porque la mayor vulnerabilidad es la gente”, les dijo a los líderes de la iglesia. “Por ello, si necesitan algún consejo sobre cibernética, por favor, llámennos. Podemos ayudarlo a que ponga al día su programa cibernético. Podemos darle las personas correctas para que se lo hagan. No crean que están inmunes”.
Protección de otros riesgos
“Nuestra función como iglesia es no herir a las personas”, enfatizó Winegardner. “Entonces, ¿cómo protegemos a nuestra gente?” Sugirió algunas “cosas fáciles” queden ayudar a una iglesia u organización de la iglesia a proteger a otros, lo que incluye colocar ventanas en las puertas, asegurarse de que los líderes de Conquistadores no estén solos con los niños, hacer averiguaciones de antecedentes penales, y otros similares. “Tenemos mucha capacitación al respecto, lo que podría ayudarles”, les dijo a los líderes.
Winegardner también se refirió al riesgo a la reputación. “Ustedes tienen un riesgo que no es posible asegurar”, les dijo a los líderes adventistas. “Hay solo una cosa que puede proteger el riesgo a la reputación, y es la integridad”, expresó. “Si el riesgo a la reputación falla, no solo se herirán a ustedes mismos, sino que también herirán a la iglesia”.
También mencionó la responsabilidad legal por prácticas de empleo, que incluye las cosas que hacen que una persona sea no apta para el ministerio adventista. “Ataques físicos, privación ilegítima de la libertad: no podemos tolerar esas cosas en el ministerio adventista”, enfatizó Winegardner.
Proteger las ovejas
Winegardner también hizo un llamado a los líderes de la iglesia para que se aseguren de firmar los contratos correspondientes cada vez que un ministerio lleva a cabo una actividad en la propiedad de la iglesia, y que se aseguren de estar cubierto contra todo riesgo, incluido el abuso sexual. Advirtió: “Volver a contratar a alguien que se ha comportado de manera impropia es una perdida de la reputación para usted, y también es una pérdida potencial de millones”. Pero por sobre todas las cosas, enfatizó Winegardner, “ustedes tienen la obligación moral de proteger a los niños de su iglesia”. Con su posición, dijo, “viene conjuntamente una profunda carga de responsabilidad que no puede delegarse a nadie más […]. La influencia de ustedes es más grande de lo que creen”.
Por último, Winegardner citó Mateo 25 en la Biblia, llamando a los líderes adventistas a que recuerden que cuando Cristo vuelva, lo que marcará toda la diferencia es “la manera en que trataron a los inocentes y vulnerables, con cortesía, bondad, amor, atención y solicitud […]. Recuerden siempre que la función de ustedes es proteger a las ovejas”.
Traducción de Marcos Paseggi
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