¿Cuán flexible o centralizada debería ser la comunicación adventista?

Dos visiones rivales parecen estar impulsando a los comunicadores. ¿Pueden coexistir ambas?

24 de noviembre de 2024 | Budva, Montenegro | Marcos Paseggi, Adventist Review

Quizá usted ha escuchado el adagio que afirma que, en un evento académico o profesional, lo más importante es a menudo lo que sucede en el programa oficial. Por el contrario, el elemento crucial teoriza, son las charlas no planificadas en el salón, los encuentros casuales con colegas, y esos momentos de conversaciones al azar que acaso lanzan una idea, disparan una iniciativa, o reaccionan a un determinado tema o desafío.

La Conferencia de la Red Global Adventista de Internet (GAiN) Europa 2024 en Budva, Montenegro, que se llevó a cabo del 15 al 19 de noviembre, no fue la excepción a este adagio. Alrededor de 280 profesionales adventistas del séptimo día que trabajan en los medios y la comunicación, además de líderes de la iglesia de toda Europa, se dieron cita para el foro y evento de capacitación anual, lo que disparó conversaciones que reflexionaron sobre los actuales desafíos de la comunicación y señalaron un camino a seguir.

Sebastian Wöber, director de comunicación de la Unión de Iglesias de Austria de la Iglesia Adventista, comparte una presentación sobre la nueva serie de videos de las 28 Doctrinas Fundamentales, en Budva, Montenegro, el 17 de noviembre. [Fotografía: Tor Tjeransen/Adventist Media Exchange (CC BY 4.0)]

Esos diálogos a menudo informales buscaron imaginar de qué manera la comunicación adventista enfrentará el futuro, hará frente al panorama cambiante de los medios, y abrazará o se distanciará de los enfoques actuales, todo por causa del avance de la misión adventista.

Un movimiento hacia la centralización

El modelo actual de comunicación y medios en un ambiente que piensa primero en línea requiere un conocimiento acabado de cómo funcionan los motores de búsqueda y los algoritmos, explicó Sam Neves, director asociado de comunicación de la Asociación General. Neves, que ha estudiado el tema durante años, propone un sistema que favorece un solo repositorio central que podría permitir un incremento de la huella digital adventista.

“Desafortunadamente, el panorama adventista de medios está altamente fragmentado”, explicó Neves, lo que no es bueno si queremos que una organización o ministerio aparezca en las primeras páginas de un motor de búsqueda en línea. Hay cientos, si no miles, de sitios adventistas que compiten por el mismo espacio, con redundancias y superposiciones, lo que es altamente ineficiente, expresó.

Neves no denunció la fragmentación en sí. “En lo que respecta a los medios sociales, hay que practicar la fragmentación”, reconoció. Dado que los medios sociales se basan en diferentes parámetros que otros medios, cuanto más fragmentados seamos en nuestro enfoque, más amplio será nuestro alcance.

Para defender una mayor centralización, Neves compartió la experiencia de otras denominaciones que combinan todas sus publicaciones en línea o no bajo una sola marca oficial. “No es de asombrarse que esas [comunidades de fe] están bien por encima de los adventistas del séptimo día en lo que respecta a la prioridad [que] los algoritmos les asignan a sus publicaciones y ministerios”, expresó.

Los beneficios para la misión son múltiples, enfatizó Neves, dado que una presencia en línea más significativa podría ayudar a que los que buscan respuestas se conecten fácilmente con el mensaje adventista. “En lugar de terminar en otras páginas que acaso promueven un mensaje no bíblico, las personas que solicitan respuestas a sus interrogantes espirituales pueden llegar a conocer mejor el mensaje adventista y, tarde o temprano, ponerse en contacto con un evangelista digital”, expresó.

Fuerzas rivales y contracorrientes

Aunque Neves parece tener razón en lo dice, la realidad en el campo tiene múltiples estratos y matices, dijeron varios líderes adventistas de la comunicación. Al margen del evento de GAiN en Montenegro, un grupo compartió sus pensamientos con Adventist Review, la publicación insignia de la iglesia, que ya tiene 175 años, y que también se encuentra en un proceso de evaluar y reimaginar sus operaciones a la luz de los nuevos desarrollos tecnológicos y las preferencias cambiantes del público.

La mayoría de los que compartieron su opinión pidieron que no se revelaran sus nombres, para discutir franca y libremente el tema.

“Creo que comparar a la Iglesia Adventista con otras denominaciones en lo que respecta a la centralización de la comunidad es complicado”, expresó un líder. “El adventismo va mucho más lejos, más profundo y más amplio de lo que lo hacen otras denominaciones. Es un sistema cada vez más complejo, con miles de instituciones y ministerios que abarcan todo el planeta. Algunos de ellos son entidades oficiales de la iglesia, pero muchos otros son ministerios de apoyo dirigidos por los laicos. Todos ellos participan de la misión adventista a un ritmo diferente, en contextos diversos, y con públicos meta extremadamente diferentes. Pensar que es posible colocarlos todos juntos en una bolsa única es contraproducente para la misión”.

Un segundo líder de comunicación concordó con el primero. “Además de las bendiciones continuas de Dios, una de las razones por las que el adventismo está vivo y sigue avanzando es […] la habilidad que Dios le ha dado de reimaginar y crearse nuevamente para alcanzar a todos tipo de audiencias, desde los no cristianos a los ateos y los que no van a ninguna iglesia”, expresó. La inventiva adventista depende de esta red relativamente amplia de personas comprometidas con una causa en un marco local o de nicho, enfatizó.

El mismo líder hizo referencia, a manera de ejemplo, a una iniciativa de la Iglesia Adventista en Austria, que se estrenó en el evento de GAiN en Montenegro. En ella, un grupo de creativos de los medios produjo un video que comparte en un par de minutos las 28 doctrinas fundamentales de una manera nunca hecha antes.

“Esa excelente producción acaso no tiene mucho sentido en regiones de la iglesia donde las audiencias postcristianas y seculares no representan una parte importante de la población”, expresó, citando su ritmo extremadamente rápido, sus gráficos de última generación y su enfoque basado en símbolos. “Es una producción con un blanco definido muy estrechamente”.

Carlos Magalhaes, director de estrategias digitales de la red Novo Tempo TV en Brazil, pareció concordar con él. Magalhaes promovió el servicio de red por Internet Feliz7Play, durante el evento de GAiN en Montenegro. El servicio de transmisión por Internet, con sede en Brasil, produce películas, series y opciones animadas originales que son estrenadas cada viernes. “Tengo que, sin embargo, lanzar una palabra de advertencia”, les dijo a los comunicadores adventistas. “Algunos de los contenidos que producimos incluyen elementos culturales que acaso no son apropiados para sus audiencias [en otras partes del mundo]. Están más orientadas al nivel local o regional”.

¿Y qué decir del potencial misionero de la centralización? “En este momento, en mi país, compartir cualquier cosa ‘oficial’, en especiales de nuestra sede [de la Asociación General] en los Estados Unidos, es contraproducente para la misión”, explicó otro líder de comunicación. “El contenido que compartimos se basa y se impulsado por la misión, pero está enfocado en un contexto local. En ese sentido, cualquier artículo o producción de medios colocado en un repositorio central bajo la marca oficial de la iglesia es un ítem perdido”, expresó.

En busca del equilibrio

En ese ambiente en apariencia contradictorio, algunos comunicadores adventistas creen que la respuesta a esta tensión entre la centralización y la localización podría estar más cerca de un punto medio entre opciones rivales. “La flexibilidad, no la hegemonía, es la clave”, uno de ellos dijo. “Un enfoque general en la marca que permita maneras únicas de afrontar realidades de comunicaciones en contextos locales: esa es la respuesta”.

Hay al menos una razón clave para esforzarnos por encontrar ese equilibrio, enfatizó ese mismo líder de comunicación. “Al fin y al cabo, todo lo que hacemos debería ser evaluado en conexión con la pregunta última que todo cristiano adventista tiene que responder, que es: ‘¿De qué manera mi oficina, departamento o ministerio –mi rincón en el mundo– está ayudando a cumplir la misión de la iglesia de compartir el evangelio de manera tal de abrir paso a la segunda venida de Cristo?’”

Traducción de Marcos Paseggi

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