El pastor Jonathan y su esposa Janeyri Peñate, de El Salvador, sonríen juntos mientras terminan su ceremonia de renovación de votos matrimoniales, dirigidos por el pastor Pedro Iglesias (al centro, atrás), director de ministerios de familia de la División Interamericana, frente a más de seiscientos matrimonios pastorales, durante el fin del tercer y último retiro ministerial, llevado a cabo en Acajutla, El Salvador, el 18 de septiembre de 2024. La ceremonia fue parte de tres retiros históricos ministeriales en los que más de tres mil pastores distritales y sus esposas en el territorio viajaron para un retiro de tres días en México, la República Dominicana, y El Salvador en septiembre pasado. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA] Más de seiscientos matrimonios pastorales renovaron sus votos matrimoniales, durante el tercero y último retiro del territorio en El Salvador. 30 de septiembre de 2024 | Acajutla, El Salvador | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana Jonathan Peñate, de 25 años, y Janeyri Martínez, de 24, jamás pensaron que caminarían por el pasillo otra vez. Pero eso es lo que hicieron: ella, de vestido blanco y velo, y él, de traje, de manera muy similar a lo que habían hecho hace un año y medio ante su familia y amigos en su país de El Salvador. En esta ocasión, caminaron por el largo pasillo frente a más de seiscientos matrimonios pastorales como ellos, para participar de una ceremonia de renovación de los votos matrimoniales. El evento marcó el evento culminante del tercer y último retiro ministerial de la División Interamericana en Acajutla, El Salvador, el 18 de septiembre de 2024. Los matrimonios pastorales oran juntos, durante la ceremonia especial de renovación de votos, el 18 de septiembre de 2024. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA] “Estamos a punto de celebrar una de las ceremonias más significativas”, dijo el pastor Pedro Iglesias, director de ministerios de familia de la División Interamericana, al dirigirse a Jonathan y Janeyri y a los cientos de matrimonios pastorales representados en el centro de convenciones. “Entusiasma tanto participar de este momento aquí y ahora”, dijo. En el escenario, Iglesias presentó a seis matrimonios pastorales como parte de la fiesta de bodas, que iban desde los diez a los treinta años de casados. Unidad, disponibilidad y exclusividad “Podemos resumir los votos matrimoniales en tres palabras: unidad, disponibilidad y exclusividad”, dijo Iglesias. “Unidad, porque cuando decidimos llegar a ser uno, significa en todas las circunstancias. Disponibilidad, porque significa que estaré junto a ti siempre, en la enfermedad y la salud, en la pobreza y en la riqueza. Y exclusividad, porque prometemos solo estar con el otro [íntimamente] mientras ambos estemos vivos”. Los integrantes de un matrimonio pastoral oran juntos, durante la ceremonia de renovación de los votos matrimoniales en el El Salvador. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA] Mientras Iglesias enfatizaba en la palabra exclusividad, explicó que no implica ser conscientes de saber si van a cometer adulterio o no, sino en ser conscientes del otro para satisfacer todas las necesidades, de manera importante las necesidades sexuales, expresó. “Es decir: ‘Lo mejor de mí es tuyo y de nadie más’”. “El diablo va a tratar de destruir sus matrimonios y su ministerio”, dijo Iglesias. “Va a continuar tentándolos para que violen las muchas áreas que los llevan a quebrantar esa exclusividad, pero como están aquí juntos, pídanle al Espíritu Santo que los unja cada día, colóquense el escudo de la fe y honren a Dios en su compromiso mutuo y con él”, expresó. Un matrimonio pastoral lee la tarjeta de renovación de votos matrimoniales juntos, durante la ceremonia especial del 18 de septiembre de 2024. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA] Fue un mensaje que se repitió en los históricos retiros ministeriales que hicieron que más de tres mil matrimonios del territorio de la División Interamericana, en su mayor parte de pastores distritales, se reunieran en septiembre para un descanso de tres días en México, la República Dominicana, o en El Salvador. Jonathan y Janeyri celebraron participar del retiro porque les dio un tiempo precioso que pasar juntos, reconectándose con amigos y colegas de América Central, además de renovar su compromiso mutuo mientras se dedican a ministrar a ocho iglesias en el distrito de San Salvador, en la capital del país. El pastor Jonathan Peñate y su esposa Janeyri prestan servicios en San Salvador, El Salvador, atendiendo a ocho iglesias. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA] Puede ser difícil ocuparse de todo Janeyri trabaja como maestra de matemáticas para los niños de 4to a 7mo grado de una escuela adventista, y los sábados colabora con los ministerios de niños y de la mujer junto con Jonatha, que se ocupa de los cultos, las visitas a los miembros enfermos, o de cualquier otra necesidad de visita, además de supervisar las juntas de iglesia y ministrar a más de los 250 miembros de sus congregaciones. “A veces, ocuparse de todo puede ser difícil”, dijo Jonathan. En el año y medio que han estado casados, han enfrentado muchos de los mismos desafíos que enfrentan los matrimonios pastorales en toda la División Interamericana. “Jesús necesita ser el centro del hogar. Eso ha quedado muy claro aquí”, expresó. El pastor Josney Rodríguez, secretario de la asociación ministerial de la División Interamericana, se dirige a los delegados pastorales, durante su mensaje devocional del pasado 18 de septiembre de 2024. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA] El evento ministerial les ha enseñado a ser más serviciales, comprensivos y abiertos a buscar ayuda de consejería si alguna vez la necesitan, añadió Jonathan. Tomarse unos pocos días para alejarse del apretado cronograma de actividades pastorales tuvo por propósito brindarles momentos de reconectarse con Dios y sus cónyuges, dijo el pastor Josney Rodríguez, secretario de la asociación ministerial de la División Interamericana. Los delegados escuchan, durante uno de decenas de seminarios que se ofrecieron a los pastores y sus esposas durante el retiro. [Fotografía: Daniel Gallardo/DIA] Una renovación del llamado ministerial “Los pastores son la primera línea de defensa allí en las miles de iglesias adventistas del séptimo día, y fue importante tener un espacio para retirarse