Año: 2025

Elena G. White y el mandato sobre misión adventista

Un modelo visionario para la evangelización global 2 de enero de 2025 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Theodore N. Levterov Si hay una sola palabra que puede describir el adventismo, este es sin duda el término “misión”. El movimiento adventista en su totalidad fue impulsado por una entrega a la proclamación de la pronta venida de Jesús. Este espíritu misionero inspiró a muchos de los primeros milleristas a vender sus posesiones a fin de esparcir las buenas nuevas del retorno inminente de Jesús. Ellos pensaban que, si Jesús iba a venir en unos cuantos años, el mundo necesitaba escuchar acerca de ello. Después del Gran Chasco ocurrido el 22 de octubre de 1844, el pequeño grupo sabático adventista mantuvo el entusiasmo millerita manifestado hacia el pronto retorno de Jesús, aun cuando muchos milleritas abandonaron su creencia. Gradualmente, los observadores del sábado entendieron que este mensaje debía ser esparcido por todo el mundo. Los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14, el llamado final de Dios a sus criaturas humanas, se convirtieron en la fuerza motriz de todas sus acciones. El Western Health Reform Institute (Instituto occidental de reforma pro salud) abierto en Battle Creek, Míchigan, Estados Unidos, en 1866, uno de los cuatro mandatos misioneros adventistas. [Imagen: Elena G. White Estate] Elena G. White, una fundadora clave del movimiento, surgió como la mayor fuerza influyente guiadora del mandato misionero de los primeros creyentes observadores del sábado. Su liderazgo visionario inspiró a la Iglesia a adoptar estrategias eficaces para proclamar mundialmente los mensajes de los tres ángeles. Como resultado, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha crecido hasta llegar a ser una comunidad mundial de creyentes que cuenta con más de 22 millones de miembros en todo el mundo. De un pueblo anti misión, a un pueblo con una visión misionera mundial Podría parecer sorprendente, pero los primeros creyentes observadores del sábado no dieron prioridad inmediatamente a la labor misionera después del Gran Chasco. Se adhirieron a la doctrina de la “puerta cerrada” de los milleritas, que afirmaba que ningún otro podía ser salvo después del 22 de octubre de 1844. Esta creencia se basaba en la parábola de las 10 vírgenes registrada en Mateo 25, en donde la puerta “se cerró” cuando apareció el novio (Jesús), dejando afuera a algunas de ellas. Como lo explicaba Miller, la puerta cerrada significaba “el cierre del reinado mediador y la terminación del período evangélico”.1 Esta interpretación persistió por varios años. A principios de la década de los 1850, los adventistas observadores del sábado cambiaron su creencia misionera en la doctrina de la “puerta cerrada”, a la de una “puerta abierta”. Jaime White escribió en la Review and Herald: “Esta PUERTA ABIERTA es la que enseñamos, e invitamos a todos los que tengan oído a venir a ella y encontrar salvación a través de Cristo Jesús. . . . Si se dice que somos de la teoría de la PUERTA ABIERTA y del séptimo día sábado, no debemos objetarlo; porque esta es nuestra creencia”. 2 Pero fue la orientación profética de Elena G. White la que dio a la iglesia un mandato misionero cuádruple que llegó a ser el plan de acción para su exitosa misión, un modelo implementado todavía por los adventistas del séptimo día en la actualidad. Elena G. White y el mandato misionero cuádruple El primer mandato marcó el inicio de la obra de publicaciones. En noviembre de 1848, Elena White tuvo una visión en Dorchester, Massachusetts. Partiendo de esa visión, instó a Jaime, su esposo, a comenzar a imprimir “un pequeño periódico y repartirlo entre la gente”. Predijo entonces que de esa modesta publicación “brotarán raudales de luz que habrán de circuir el globo”, afirmó. 3 En julio de 1849, Jaime White publicó el primer ejemplar de la Present Truth (Verdad Presente).Un año más tarde lanzó la Advent Review (Revista Adventista), la que muy pronto se fusionó con la Verdad Presente para convertirse en The Second Advent Review and Sabbath Herald (Revista del segundo advenimiento y heraldo del sábado). En ese tiempo las publicaciones eran la forma más avanzada de comunicación. Por consiguiente, la Review and Herald llegó a ser un esencial instrumento de evangelización, esparciendo la “verdad presente”. Actualmente, esta publicación continúa en pie como la Adventist Review (Revista Adventista), leída por millones en todo el mundo, encarnando esa visión de “raudales de luz” que habrían de circuir el globo terrestre. El segundo mandato fue lo que impulsó al movimiento a convertirse en una organización oficial. Cuando la gente comenzó a unirse al movimiento, se hizo evidente la necesidad de una organización. Para la década de los 1860 se hizo necesaria la organización, a fin de adquirir propiedades, atender asuntos teológica, apoyar a los predicadores itinerantes y llevar a cabo la misión en forma más eficaz. Elena G. White enfatizó la necesidad de “orden” y “sistema” en la obra de Dios en la tierra para llevar adelante “el gran mensaje de misericordia al mundo” 4 El 21 de mayo de 1863, el grupo adventista de observadores del sábado se organizó como la denominación adventista del séptimo día, teniendo como eje central el propósito de misión. El tercer mandato fue el desarrollo del ministerio adventista de salud como instrumento práctico para apoyar la misión adventista. A comienzos de la década de los 1860, Elena G. White tuvo dos visiones que enfatizaban la salud y el estilo de vida saludable. Su visión de 1863 reveló la necesidad de una reforma pro salud, mientras que la visión de 1865 aconsejaba integrar el elemento de salud en la misión de la iglesia. “Se me mostró que la reforma pro salud es parte del mensaje del tercer ángel y está tan íntimamente ligada a él como el brazo y la mano lo están al cuerpo humano”, escribió Elena White.5 Más aun, abogó por el establecimiento de instituciones de salud que pudieran sanar a la gente en forma integral —física, espiritual y emocionalmente. En la actualidad, el ministerio adventista de salud

Iglesia Adventista lanzará la iniciativa 10 Días de Oración corporativa el 8 de enero

Se invita a miembros de todo el mundo a unirse en oración, reflexión y crecimiento espiritual del 8-18 de enero de 2025. 1 de enero de 2025 | Miami, Florida, Estados Unidos | Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana Los adventistas del séptimo día de todo el mundo tendrán la oportunidad de participar en la oración diaria durante la iniciativa anual 10 Días de Oración corporativa, a partir del 8 de enero de 2025. La iniciativa alienta a los miembros de iglesia a que pasen un tiempo significativo unidos en oración, ya sea en congregaciones, grupos pequeños hogares, redes sociales o en forma individual. El lema de la iniciativa de este año es “Pero cuando oréis…”, y está basado en Mateo 6:6. Los participantes tendrán acceso a las promesas de la Biblia, a lecturas diarias, pedidos de oración y desafíos misioneros, entre otros. El pastor Samuel Telemaque, director de Escuela Sabática y coordinador de la iniciativa Regreso al Altar en la División Interamericana, explicó que esta iniciativa ofrece a los miembros la oportunidad de reflexionar en su relación personal con Dios, leer su Palabra, y permitir que el Espíritu Santo obre en sus corazones. También fomenta la influencia espiritual en la comunidad. “A nivel corporativo, cuando cada miembro tiene una relación personal con Dios, crea un efecto acumulativo dentro de las familias, diseminando unidad, colaboración y salud espiritual en todas las congregaciones locales, los distritos, las asociaciones, las uniones, las divisiones y la iglesia mundial”, dijo Telemaque. Las razones específicas para orar durante los 10 Días de Oración incluyen: Día 1 – Permaneced en mí Día 2 – Enséñanos a orar Día 3 – Sea específico Día 4 – Las oraciones no respondidas (y la fe) Día 5 – Santificado sea tu nombre Día 6 – Venga tu reino Día 7 – Hágase tu voluntad . . . Día 8 – Danos hoy nuestro pan cotidiano Día 9 – Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores Día 10 – No nos metas en tentación Para encontrar los pedidos de oración de la iglesia mundial, recursos para los niños, ideas de celebración del culto sabático, y mucho más en decenas de idiomas, ingrese a tendaysofprayer.org Por recursos adicionales sobre la iniciativa de oración diaria de la División Interamericana, ingrese AQUÍ Traducción de Marcos Paseggi The post Iglesia Adventista lanzará la iniciativa 10 Días de Oración corporativa el 8 de enero appeared first on Iglesia Adventista del Séptimo Día – División Interamericana.

La sucursal local de ADRA asiste en el aeropuerto después de accidente de avión en Corea del Sur

Voluntarios distribuyen comidas a los parientes de los fallecidos y a los periodistas que trabajan en el lugar. 1 de enero de 2024 | Seúl, Corea del Sur | Kim Beom-tae, Unión Asociación Coreana; y Adventist Review Mientras el dolor de la nación se hace más agudo después del accidente de avión en el Aeropuerto Internacional de Muan en Corea del Sur el pasado 29 de diciembre, la filial de Honam de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Corea del Sur está ayudando a las familias y los amigos de los fallecidos. No mucho después del accidente, la filial de ADRA en Honam armó un puesto en la terminal de pasajeros del Aeropuerto Internacional de Muan y comenzó a distribuir alimentos y otros artículos básicos. Choi Gyu-sik (al centro), que está de voluntario en el lugar del accidente de avión en el Aeropuerto Internacional de Muan, y otros directivos de la filial de ADRA en Honam, discuten los planes de apoyo el pasado 30 de diciembre. [Fotografía: Unión Asociación Coreana] En el lugar, más de doscientos miembros de la iglesia adventista de Muan-eup consolaron a las familias y los amigos de las víctimas. Al enterarse de las noticias, voluntarios llegaron incluso desde Jeonju, y los docentes y el personal de la escuela adventista de Sahmyook Honam, que perdieron a un par de sus estudiantes en el accidente, también participaron. En la tarde del 30 de diciembre, Jang Won Kwan, presidente de la Asociación Coreana del Suroeste, y los directores del distrito de Honam, visitaron el lugar para reunirse y consolar a las familias de los fallecidos y alentar a los voluntarios. La filial de ADRA en Honam ha estado brindando asistencia diaria desde el día del accidente. Los voluntarios visten chalecos de ADRA Corea y de la Asociación de Servicios Comunitarios Sahmyook y han distribuido alimentos tales como mandarinas, bananas, pan y leche de soya. También han distribuido artículos para el frío y de primera necesidad como elementos de higiene personal, mascarillas, toallitas húmedas, medicamentos y calcetines. El 31 de diciembre, prepararon y sirvieron quinientos almuerzos. ADRA también ha armado un puesto frente a la tienda de asistencia, donde se encuentran los familiares de las víctimas, para brindar ayuda a las familias de los fallecidos y a los directivos que buscan los artículos que necesitan con urgencia. Mediante su distribuidor en la región de Jeonnam, Alimentos Sahmyook, de Gwangju, ha distribuido artículos como por ejemplo leche de soya. Sin embargo, se necesita ayuda adicional. En situaciones de estrés extremo, las personas necesitan medicamentos tales como analgésicos, digestivos y otros elementos de farmacia, informaron los líderes de ADRA. También hay una insuficiencia de fondos. ADRA Corea, los miembros de iglesia, y los Conquistadores distribuyen alimentos y otros artículos básicos poco después del accidente de avión en el Aeropuerto Internacional de Muan el 29 de diciembre. [Fotografía: Unión Asociación Coreana] Los líderes y miembros de las iglesias locales quedaron atónitos ante la situación. “Quedé conmocionado cuando me enteré de la noticia”, dijo Jung Hae-po, de la iglesia adventista de Muan-eup. “Quedé aún más sorprendido de que haya sucedido algo así en la zona donde vivo. Es desgarrador, como si mi familia propia hubiera sufrido un gran golpe. En momentos como este, necesitamos compartir el amor de Cristo. Solo espero ayudar con mi pequeña contribución”. La esposa de Jung, Oh Geum-hee, agregó: “Puedo ver el lugar del accidente desde el techo de mi casa. Aún no puedo creerlo, y se me hace difícil calmarme. Pero la angustia se reduce si se comparte, por lo que espero que los adventistas de todo el país se unan para compartir esta gran tristeza. Aun si no puede venir hasta aquí para prestar sus servicios en persona, espero que oren, no importa dónde estén”. Un hombre de más de 70 años también extendió una mano de ayuda. Jung Young-boon, de la iglesia adventista de Naju, dijo: “Pensé que tenía que hacer algo, porque no podía estar cómodo allí en mi casa. Siento como si las víctimas fueran mis hijos, mis padres y mis hermanos. Aún estoy tan triste que no puedo expresarlo en palabras. No sé por cuánto tiempo haré esto, pero mi plan es seguir participando en estos esfuerzos asistenciales”. Na Yoo-jung, de la iglesia adventista de Mokpo Hadang, explicó que en un momento en que la nación está conmocionada y sufriendo, “he estado pensando en que si puedo compartir al menos algo de ayuda, debería hacerlo. En estos momentos difíciles, necesitamos dar y compartir con nuestros prójimos que sufren con el espíritu de Jesús”. No mucho después del accidente de avión, la filial de ADRA Honam estableció un puesto frente a la Salida 1 del primer piso de la terminal de pasajeros del Aeropuerto Internacional de Muan en Corea del Sur. [Fotografía: Unión Asociación Coreana] Los líderes de Conquistadores también se arremangaron para ayudar. Cha Sung-min, líder del Consejo de Conquistadores de Honam y de la iglesia adventista de Sahmyang, dijo que sintió que tenía que hace algo. “Me puse con contacto con los líderes de Conquistadores, y analicé con ellos la idea de que la asociación enviara voluntarios. En dos días, más de cuarenta Conquistadores prestaron sus servicios. Es devastador y sombrío, pero espero que de alguna manera eso dé fuerzas a los que están sufriendo”. Woo Eun-hye, de la iglesia adventista Mokpo Hadang, dijo: “Si hay algo que puedo hacer para ayudar, estoy dispuesto a hacerlo. Es aún más desgarrador cuando las familias de los fallecidos nos agradecen por detalles que no son grandes cosas. Hay muchas personas que pueden trabajar con ADRA, la Asociación de Servicios Comunitarios, y el Consejo de Conquistadores, lo que me da ánimo y consuelo”. Y añadió: “Participar en la asistencia en situaciones como esta es algo natural y necesario para los adventistas, y espero que las familias de los fallecidos puedan consolarse en la esperanza de la resurrección”. El director de la filial de ADRA en Honam, Choi Gyu-sik, dijo que si