Las iglesias comienzan a recolectar artículos y ADRA trabajar para ayudar a miles de personas en el Caribe.
3 de julio de 2024 | Puerto España, Trinidad | Royston Philbert, CARU y Libna Stevens, Noticias de la División Interamericana
Los líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día aún están evaluando las necesidades de los afectados por el Huracán Beryl, una tormenta de categoría cuatro que azotó un conjunto de islas en el Caribe el pasado 30 de junio y el 1 de julio de 2024. El poderoso huracán se cobró la vida de tres personas y causó cortes de energía eléctrica, produjo aludes, arrancó árboles de cuajo y dañó caminos y puentes, dejando aislados a los residentes.
El Huracán Beryl azotó las islas de Barbados, Granada, y sus dos islas dependientes Carriacou y Pequeña Martinica, además de San Vicente y las Granadinas. Vientos que llegaron a los 300 kilómetros por hora azotaron las islas durante más de cuarenta horas.
Islas de Carriacou y Petit Martinique
“Literalmente no hay comunicación con las islas granadinas, Carriacou y Pequeña Martinica, pero estamos escuchando que Pequeña Martinica ha sido destruida y que Carriacou está diezmada”, dijo el pastor Enoch Isaac, presidente de la Asociación de Granada. Los miembros de iglesia en ambas islas suman 208.
Según el primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, la tormenta aplastó Carriacou en menos de media hora. Otros líderes del gobierno reportaron que el 98 por ciento de las casas de Carriacou y Pequeña Martinica sufrió daños o quedó destruido.
“Aún tenemos que llegar y ponernos en contacto con nuestros misioneros en la isla de Pequeña Martinica y nuestra familia ministerial en Carriacou, y estamos orando por la seguridad de todos nuestros miembros”, dijo el pastor Isaac.
La mayoría de las islas granadinas aún están sin energía eléctrica o agua potable, y la infraestructura de comunicación se encuentra en estado debilitado, dijo Isaac.
San Vicente y las Granadinas
La Isla Unión, que es parte de San Vicente, permanece sin energía eléctrica, dijo el pastor Brent St. Jean, director de ministerios jóvenes de la Asociación de San Vicente. Los líderes lograron contactarse con miembros de iglesia de la única iglesia en la isla. Los miembros reportaron que tenían alimentos y agua limitados porque todas las tiendas fueron destruidas. Hay más de 300 miembros de iglesia en la isla.
“Las historias que hemos escuchado han sido dolorosas”, dijo St. Jean. “¡Me da ganas de llorar! El número de personas que ha quedado atrapada en sus hogares y en los refugios por tantas horas, y que solo pudieron ser rescatadas después del paso de la tormenta es algo muy triste”.
Los líderes de la iglesia local aún están esperando recibir informes de evaluación de la isla granadina de Bequia y en partes de San Vicente, que solo será posible una vez que se finalice la evaluación de los daños, dijeron.
Movilización de los esfuerzos humanitarios
A pesar de los obstáculos, las iglesias adventistas de las asociaciones de la Unión Caribeña estuvieron movilizando esfuerzos en pro de los necesitados.
“La iglesia está organizando la ayuda para las personas que necesitan alimentos, prendas de vestir y reparaciones para sus techos”, dijo el pastor Anthony Hall, presidente de la Asociación del Caribe Oriental con sede en Barbados. Hall dijo que recibieron informes de parte de los líderes locales, que les dijeron que las iglesias estaban bien. “Esto no se compara de manera alguna con lo que han experimentado en Carriacou y la Isla Unión, pero cuando se complete la evaluación, la Asociación del Caribe Oriental, por medio de sus Servicios Comunitarios, los grupos de servicio y la sede local de ADRA, se estarán asociando para ayudar”, dijo.
Las sedes locales de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) estaban evaluando los daños y creando cronogramas para brindar asistencia a las comunidades afectadas. Alexander Isaacs, director de ADRA Caribe, dijo que la respuesta inicial de ADRA consistirá en brindar agua, bolsas de alimentos y juegos de artículos higiénicos a doce mil personas que viven en las islas afectadas.
Alexander Isaacs, director de ADRA en el Caribe, dijo que la respuesta inicial de ADRA incluye proveer de agua, alimentos, bolsas de alimentos y juegos de artículos de higiene personal a doce mil isleños afectados.
ADRA se moviliza para ayudar
Isaacs dijo que no ha visto que una catástrofe afecte a tantas islas al mismo tiempo. “Esto es inédito en lo que respecta a la distribución de los daños en la región”, dijo. Algunas de esas islas no habían sido afectadas por una catástrofe así en más de cien años, por lo que la devastación es muy impresionante”. El plan es brindar agua, alimentos, mantas y lonas a miles de personas, añadió Isaacs.
Isaacs dijo que ha estado trabajando todos los días con los líderes de ADRA Interamérica y ADRA Internacional para ayudar a las comunidades después del paso del Huracán Beryl.
Un Equipo de Respuesta a Emergencias de ADRA, que incluye expertos capacitados de ADRA Internacional, ADRA Interamérica, ADRA Sudamérica y ADRA Caribe, llegaron para fin de semana para coordinar los esfuerzos, lo que incluye el empaque de los artículos por parte de miembros de iglesia voluntarios y la distribución de esas necesidades inmediatas, explicó Isaacs. “Además de ello, el equipo tendrá que seguir evaluando con otros socios y las agencias de respuesta a emergencias del gobierno para ayudar mejor en el reasentamiento de las familias afectadas una vez que se complete la respuesta inicial”.
“Estamos enfrentando tan solo el comienzo de una de las temporadas más activas de huracanes de la que se tenga registro”, dijo Elián Giaccarini, coordinador de Gestión de Emergencias de la sede regional de ADRA Interamérica. “Sabemos que nuestros equipos serán probados al máximo, pero estamos listos para responder al desafío humanitario que tenemos por delante”.
ADRA Interamérica y ADRA Internacional han puesto fondos a disposición para ayudar a los damnificados por el Huracán Beryl, dijo David Poloche, director de ADRA Interamérica. “Como iglesia y como ADRA, estamos comprometidos en acompañar a las comunidades más afectadas por todo el tiempo que sea necesario”, dijo Poloche. Ya se está preparando la ayuda de ADRA para las otras islas en la mira del huracán, lo que incluye a Jamaica y la Península de Yucatán.
Sin duda que pasarán meses antes de que los miembros de iglesia puedan reconstruir sus hogares y las iglesias, dijo el pastor Kern Tobias, presidente de la Unión del Caribe. “Lo que sucede con nuestras personas en las islas es que son sumamente resilientes, y nos gustaría avanzar rápidamente para instalar algunas lonas, hacer que la iglesia comience a funcionar y podamos ministrar otra vez a la comunidad”, dijo Tobias. “Seguimos orando por nuestros miembros, y seguimos comprometidos para brindar la mejor ayuda que podamos tras el paso de esas catástrofes”.
Traducción de Marcos Paseggi
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