24 de octubre del 2024 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Ted N.C. Wilson, Presidente de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día

Dios quiere alcanzar a todos con Su maravillosos mensaje de salvación y verdad, y a veces incluso usa animales para cumplir Sus propósitos.

Durante una de las reuniones evangelísticas celebradas en Papúa Nueva Guinea en abril y mayo de 2024, el evangelista estaba predicando sobre el bautismo e hizo un llamado pidiendo a aquellos que querían ser bautizados que se acercaran al frente. Al principio, nadie se movió. Había una renuencia a acercarse, y a medida que pasaban los segundos, comenzó a volverse incómodo. ¡Entonces un perro apareció de la nada! Se acercó, caminando hasta el frente. Luego se sentó mirando al público. Cuando la gente vio la respuesta del perro, ¡también comenzaron a responder! Pronto, una gran multitud se apresuró hacia adelante, respondiendo al llamado. ¡Dios había usado a un perro para mostrarles el camino!

Unos meses después, a medio mundo de distancia en San Francisco, California, otro perro fue enviado en la misión de Dios. Misioneros del ministerio Streams of Light estaban yendo de puerta en puerta, repartiendo paquetes que contenían El Conflicto de los Siglos, junto con un pequeño folleto sobre salud mental y una invitación a reuniones evangelísticas. En una casa, una pareja abrió la puerta, y el misionero comenzó a hablar, explicando lo que había en el paquete de regalo. Al declarar que no estaban interesados en el material, el hombre comenzó a cerrar la puerta cuando su perro saltó a través de la puerta abierta, tomó el paquete de la mano del misionero y rápidamente corrió de regreso adentro con él.

¡Bueno! rió el hombre. ¡Supongo que lo tomaremos!

Amigos, ¡ahora es el momento de ser parte de Todo Miembro Involucrado! ¡Cuando te asocias con Dios, nunca sabes lo que Él hará para ayudarte a alcanzar a otros por Él!
Leemos en los Hechos de los Apóstoles: “La comisión del evangelio es la gran carta misionera del reino de Cristo. Los discípulos debían trabajar con fervor por las almas, dando a todos la invitación de la misericordia. No debían esperar a que la gente viniera a ellos; debían ir a la gente con su mensaje.” La autora inspirada continúa: “Los discípulos debían llevar adelante su trabajo en el nombre de Cristo. Cada una de sus palabras y actos debía centrar la atención en Su nombre, como poseedor de ese poder vital por el cual los pecadores pueden ser salvos. Su fe debía centrarse en Aquel que es la fuente de misericordia y poder.”

Mis hermanos y hermanas, cuando nos entregamos de todo corazón para ser parte de Su misión, podemos reclamar, junto con el Apóstol Pablo, la poderosa promesa que se encuentra en Filipenses 4:13—“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Jesús viene pronto. Sé parte de Todo Miembro Involucrado global hoy.

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